El 19 de septiembre ha vuelto a dar el susto. Un terremoto de 7,4 grados, con epicentro en Michoacán, ha sacudido Ciudad de México el mismo día del año en que lo hicieron los otros dos grandes terremotos que ha vivido la capital, en 1985 y en 2017. La probabilidad de que se repita es de una por 133.225, según el físico de la UNAM José Luis Mateos.

Desde que el 19 de septiembre de 1985 un sismo, en aquella ocasión de 8,1 grados, dejase unos 10.000 muertos, pasaron 11.687 días sin que ningún otro terremoto hubiese causado ni un solo fallecimiento en la capital. Entonces, el 19 de septiembre de 2017 un temblor provocó la muerte de 369 personas en varios Estados, principalmente Ciudad de México. Justo cinco años después, otro sismo, esta vez sin registrar daños graves, ha vuelto a obligar a los habitantes de la capital a salir a las calles a toda prisa.

“Es una probabilidad muy, muy baja”, señala en entrevista con el periódico “El País” Mateos, quien escribió su tesis sobre la respuesta sísmica del Valle de México. Para sacar el cálculo, el físico de la UNAM hace varias suposiciones: todos los días del año tienen la misma probabilidad de registrar un sismo, son eventos independientes, y solo hay un sismo mayor a 7 puntos en la escala de Richter al año.

Con esas suposiciones, Mateos multiplica las probabilidades -1 entre 365 días por 1 entre 365-, lo que da como resultado 1 entre 133.225 o, dicho de otra forma, una probabilidad del 0,000751%. “Uno podría ser más sofisticado y hacer una estimación más precisa, pero el número sería aproximadamente el mismo”, señala el investigador.

El Servicio Sismológico Nacional, dependiente de la UNAM, ha apuntado que la extrañeza del fenómeno amerita más estudios. “La coincidencia de fechas de los sismos merece abrir nuevas líneas de investigación científica. Hay que hacerlo con seriedad y metodología. En la ciencia, las nuevas preguntas requieren respuestas”, ha señalado.

En 2017, tras el segundo de los tres terremotos, Mogens Bladt, investigador del Departamento de Probabilidad y Estadística de la UNAM ayudó a EL PAÍS a averiguar cuán probable era que otro sismo de más de 7 grados causara daños materiales en la capital un 19 de septiembre. Como Mateos, Bladt asumió que los terremotos, como afirman los sismólogos, ocurren de manera aleatoria. El matemático calculó que la probabilidad era de una entre 74.

La explicación de Bladt, que hizo estos cálculos con motivo del terremoto de 2017, es la siguiente. Como 32 años son 11.687 días y, hasta el 19 de septiembre de 2017, en ese periodo solo cinco terremotos habían dejado daños materiales en la capital mexicana, entonces la probabilidad de que durante ese periodo se produjera al menos un sismo en la misma fecha era de 1,36%.

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