Decenas de migrantes venezolanos fueron deportados de Estados Unidos a Tijuana la noche de este jueves, a la garita El Chaparral, luego de que el gobierno estadounidense anunciara las nuevas medidas de control para migrantes de ese país.
Un grupo de mujeres estalló en llanto desde una de las bardas del edificio federal y se mantenían esta noche a la espera de ser trasladadas a alguno de los albergues en la ciudad.
Las familias comenzaron a salir desde la tarde en grupos de alrededor de 10 personas, aunque algunos salieron de las instalaciones federales caminando otros salieron en vehículos oficiales del Instituto Nacional de Migración (INM), no se informó sobre cuál sería su destino.
Este mismo día, Blas Nuñez-Neto, subsecretario Interino de Política Fronteriza e Inmigración en el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, advirtió en conferencia de prensa vía telefónica que los migrantes venezolanos que ingresen a territorio estadounidense sin documentos serán retornados a México.
Las declaraciones fueron realizadas a un día de que el gobierno de la Unión Americana anunciara el arranque de un programa pactado por Estados Unidos y México para frenar el creciente flujo irregular de la migración desde Venezuela.
José María García, director de Juventud 2000, uno de los más de 30 albergues para migrantes que opera en la ciudad, explicó que el espacio que él administra trabaja por encima de la capacidad que tiene, incluso han optado por colocar casas de campaña fuera del edificio para recibir a más familias.