Tras observar la luna llena de junio que tuvo lugar antes del solsticio, la denominada Luna de Fresa, el plenilunio del mes de julio es especialmente notable debido a que la Luna se encuentra en su fase de máxima plenitud y proximidad a la Tierra. Los plenilunios son una fase del ciclo lunar que ocurre cuando la Tierra se posiciona entre el Sol y la Luna, un momento que recibe diversos nombres dependiendo del mes en el que ocurre.
La Luna de Ciervo se trata de la primera luna llena del verano, una muy especial, donde además de poder ver al astro más grande y brillante de lo normal, a su vez coincide con otro evento de gran trascendencia: el cumplimiento del 55 aniversario de la misión Apolo 11, el primer viaje a la Luna.
La cita mensual con la luna llena está prevista para este domingo 21 de julio de 2024, día en que el cielo nocturno será testigo de este espectacular fenómeno astronómico que ha captado la atención de la humanidad durante siglos.
El plenilunio se ha producido sobre las 12:17, hora peninsular española, según establece el Observatorio Astronómico Nacional. No obstante, la fase prácticamente completa de la Luna se ha podido observar a lo largo de las noches previas y se seguirá observando en las posteriores. De esta forma, podremos ver el astro más grande y brillante desde la hora de su salida la noche del 21 hasta su puesta en la madrugada del lunes 22 de julio. También se ha. visto totalmente iluminada la noche del sábado 20, cuando prácticamente la totalidad de su superficie permanecerá iluminada, un efecto que se prolongará hasta la noche del lunes.
Para observar el satélite no hace falta demasiado; nuestros propios ojos serán más que suficientes para poder disfrutar de su mágica presencia. Eso sí, asegúrate de disponer de prismáticos si quieres apreciar la superficie lunar con más detalle y obtener un recuerdo más nítido de uno de los fenómenos astronómicos más asombrosos del verano.
Algunos de los consejos fundamentales para facilitar su contemplación son acudir a lugares elevados, libres de obstáculos como árboles o edificios, lo más alejados posible de la contaminación lumínica de la gran ciudad.
Con todo ello, cabe señalar que la bondad de esta luna llena de julio se encuentra en lo accesible que resulta a simple vista por su gran tamaño y su llamativo color amarillento. Esto se explica debido a que en este momento del año la Luna prácticamente alcanza el perigeo, el punto más próximo a la Tierra en su órbita elíptica, lo que resulta en un tamaño aparente de disco lunar ligeramente mayor de lo normal.
Sí, como probablemente estarás pensando, la Luna de este mes debe su nombre a este noble animal. La Luna de Ciervo es un evento astronómico que adquirió gran significado para los pueblos originarios de Norteamérica, quienes decidieron bautizar al astro de este modo debido a su coincidencia con el momento del año en que las astas de los ciervos machos se encuentran en pleno crecimiento.
Durante esta época, estos se deshacen de su vieja cornamenta y desarrollan una nueva, haciéndose más grande e impresionante a medida que pasan los años. Así se recoge en el Farmers’ Almanac, una revista periódica de Estados Unidos y Canadá donde se pueden consultar predicciones meteorológicas a largo plazo.
Sin embargo, existen varios nombres alternativos vinculados a la Luna de Ciervo. Por ejemplo, el plenilunio de julio también recibe el nombre de Luna de Salmón, un término de la tribu amerindia tlingit que señalaba el regreso de estos peces a la zona, inaugurando la temporada de pesca; las tribus nativas americanas algonquina y ojibwe la bautizaron como Luna de Frambuesa, en honor a la temporada de este fruto. También se conoce como Luna de Heno, debido a su coincidencia con la temporada de la recogida de la cosecha de esta planta.
Si en algo destaca el período veraniego en cuanto a astronomía se refiere, es que se trata de una época de intensa actividad en el firmamento. Así nos lo recuerda el calendario astronómico del año 2024, que señala las fechas clave para disfrutar de auténticos espectáculos visuales que van desde eclipses, pasando por lluvias de meteoros y plenilunios.
Entre los principales acontecimientos cósmicos del año que no puedes perderte se encuentran la lluvia de meteoros Delta Acuáridas, que llegarán a finales de julio; la lluvia de Perseidas podrá observarse desde mediados de julio hasta mediados de agosto, alcanzando su pleno apogeo entre el 12 y el 13 de este último; el mes de agosto cierra con la Luna de Esturión, denominada así por la abundancia de estos peces durante esta época.
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