El incidente ocurrió en el barrio Neve Yaakov de la ciudad alrededor de las 20:15 hora local (18:15 GMT) y la policía lo describió como “un ataque terrorista”.
El servicio de ambulancias de Israel informó de 10 víctimas, entre fallecidos y heridos.
El sábado, la policía israelí dijo que había arrestado a 42 personas en relación con el tiroteo.
También informó que dos personas habían resultado gravemente heridas en un “ataque terrorista”, ocurrido el sábado, fuera de la Ciudad Vieja, en Jerusalén.
De acuerdo con los agentes, el atacante, un niño de 13 años, fue neutralizado, pero no han dado más detalles sobre su estado.
“Uno de los peores”
Medios locales informaron que el sospechoso de haber perpetrado el tiroteo en la sinagoga (el viernes) había sido baleado por las fuerzas de seguridad cuando huía de la escena.
Señalaron que el sujeto fue identificado como un palestino del campo de refugiados de Shu’fat en Jerusalén Este.
“Es uno de los peores ataques que hemos enfrentado en los últimos años”, dijo el comisionado de policía israelí, Kobi Shabtai, en la escena del crimen.
La BBC habló con testigos en el lugar, quienes dijeron que escucharon disparos y que la situación era muy aterradora.
Estados Unidos condenó el ataque. El portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, dijo: “Estamos con el pueblo israelí en solidaridad”.
El presidente estadounidense, Joe Biden, habló con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y le ofreció todos los “medios de apoyo apropiados”, informó la Casa Blanca.
Poco después de ocurrido el incidente, Netanyahu visitó el lugar del tiroteo.
También lo hizo Itamar Ben-Gvir, el controvertido ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha de Israel.
Ben-Gvir prometió devolver la seguridad a las calles de Israel, pero existe una ira creciente porque aún no lo ha hecho, dice la periodista de la BBC en Jerusalén, Yolande Knell.
Este tiroteo se produjo en medio de una escalada de tensiones después de que 9 palestinos, tanto militantes como civiles, murieran este jueves durante una incursión militar israelí en un campamento de refugiados Yenín, en la Cisjordania ocupada.
A eso le siguió el disparo de cohetes desde Gaza hacia Israel, a lo que el ejército israelí respondió con ataques aéreos.