Un asombroso Donovan Mitchell guió este lunes con 71 puntos la épica remontada de los Cleveland Cavaliers contra los Chicago Bulls (145-134), en un partido en el que su equipo iba perdiendo por 21 puntos en el segundo cuarto.
Mitchell selló una actuación monumental, la sexta mejor en la historia de la NBA y la mejor en los últimos 17 años, desde que Kobe Bryant firmara 81 con Los Ángeles Lakers contra los Toronto Raptors en 2006.
Su partido terminó con un doble-doble de 71 puntos, con 22 de 34 en tiros, siete triples y veinte de 25 en libres, a los que sumó ocho rebotes y once asistencias.
Fue el absoluto protagonista de un partido en el que Kevin Love firmó doce puntos y 17 rebotes, mientras que, en los Bulls, DeMar DeRozan metió 44 puntos sin poder evitar la derrota.
El número 45 de los Cavaliers forzó la prórroga a tres segundos del final del cuarto período, al fallar el segundo de dos libres, capturar el rebote y apoyar al tablero el balón que empató el duelo a 130.
Ante unos Bulls hundidos anímicamente, Mitchell se salió en la prórroga y completó una actuación histórica. Hasta este momento, la mejor marca anotadora del año era del esloveno Luka Doncic, con los 60 puntos de la semana pasada, seguida por los 59 de Joel Embiid y 58 de Devin Booker.
“Lo primero, felicitar a mis compañeros, luchamos. Sé que hice 70 puntos, pero no estaría aquí sin ellos. Lo hicimos como grupo, mis compañeros me pusieron en buena posición y yo hice las jugadas”, dijo Mitchell al acabar el partido de Cleveland.
“Busqué la forma de ganar. Le dije a JB (Bickerstaff) que no me quitara. Intenté distintas cosas y me siento bendecido”, agregó.
Y eso que los Cavaliers tuvieron un difícil comienzo de partido, frente a unos Bulls con los que se habían visto las caras tan solo dos días antes, en Chicago, donde sumaron una vibrante victoria por un punto.
Los Bulls tuvieron 21 puntos de ventaja en el segundo cuarto y llegaron a los últimos 7.4 segundos de partido con tres puntos de ventaja.
Fue entonces cuando Dosunmu decidió hacer una falta a Mitchell para evitar el riesgo de triple y enviarle hacia la línea de libres.
Apenas faltaban cuatro segundos y Mitchell, tras conectar el primero, falló el segundo y consiguió el rebote pese a que el técnico de los Bulls, Donovan Mitchell, colocara a sus dos pívots en pista, Andre Drummond y Nikola Vucevic.
Recogió el rebote y anotó, cayendo, los dos puntos que forzaron la prórroga.
Fue un golpe psicológico para los Bulls, que no pudieron levantar la cabeza.
Los Cavaliers jugaron a placer y Mitchell vivió un momento de omnipotencia deportiva. Llegó a 61 puntos con un triple en la primera jugada y anotó trece de los quince puntos de los locales.
Los Bulls estuvieron 3.55 minutos sin anotar y acabaron el partido superados por completo por los Cavaliers, pese al cuarto partido del año por encima de los cuarenta puntos de DeMar DeRozan.
El ex de los Toronto Raptors anotó 44 puntos y Zach LaVine aportó 26, pero sin premio.