Los trastornos de ansiedad son de las enfermedades más destacadas y comunes al rededores mundo. De acuerdo a la información presentada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) durante el primer alto de la pandemia por COVID-19, la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumento un 25%, según un informe científico publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el mismo reporte se ha destacado que fue uno de los principales efectos de la pandemia.
Los expertos también han destacado que la ansiedad va mucho de la mano con la depresión y, aproximadamente, la mitad de las personas que presentan un cuadro, tiene el otro. Afortunadamente, hoy en día las terapias y los medicamentos específicos pueden ayudar a aliviar la carga de la ansiedad; sin embargo, solo al rededor de un tercio de personas que padecen esta afección buscan un tratamiento para mejorar.
De acuerdo también a la información presentada por Health Harvard, se ha destacado que la dieta forma un papel sumamente importante en las personas para ayudar a controlar la ansiedad. Dentro de las pautas saludables se destaca que las personas con ansiedad deben llevar una dietas balanceadas, beber suficiente agua para mantenerse hidratado y limitar, o evitar por completo, el consumo de alcohol y la cafeína. A esto le suma el consumo de carbohidratos complejos, porque podrían metabolizarse mucho más lento de lo que debería ser, por lo tanto ayudará a mantener un nivel de azúcar en la sangre más uniforme, lo cual generará una sensación de tranquilidad.
Los estudios realizados en ratones, se ha descubierto que las dietas bajas en magnesio podrían aumentar los comportamientos relacionados con la ansiedad, por lo tanto aquellas opciones ricas en dicho mineral de manera natural podrían hacer sentir mucho mejor a las personas. A esto se le destacan las verduras de hojas verdes como: espinacas y acelgas. Algunas otras fuentes de magnesio resultan ser legumbres, nueces, semillas y granos integrales.
De la misma manera que los alimentos ricos magnesio, también los que son altos en contenido de zinc podrían ser ideales para las personas que padecen ansiedad. En la lista se destacan las ostras, los anacarado, el hígado, la carne de res y las yemas de huevo.
Un estudio realizado por estudiantes destacó que los alimentos ricos ácidos grasos podrían ser otra gran opción para reducir la ansiedad, destacando en esta parte los pescados como el salmón salvaje de Alaska. Anteriormente, los ácidos grasos omega-3 tan solo estaban relacionados en ayudar a mejorar la depresión, pero ahora ya se ha comprobado que también puede ser una opción para esto.
Un estudio de la revista Psychiatry Research destacó que los alimentos altos en probióticos pueden tener un efecto en la disminución de la ansiedad social y algunos destacados de la lista son los encurtidos, chucrut y kéfir, relacionados todos con la disminución de los síntomas.
De acuerdo a una investigación del gobierno chino, se ha relacionado directamente el uso de este vegetal como una opción ideal para ayudar a reducir los problemas de la ansiedad. Esto debido a que se uso un extracto de espárragos como ingrediente funcional natural de alimentos y bebidas debido a sus propiedad ansiolíticas.
Finalmente se destaca que aquellos alimentos ricos en vitamina B podrían ser una gran opción para las personas que pacen ansiedad, por lo que se les recomienda agregar algunas opciones como aguacate y almendras.
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