Código Rojo

La naturaleza no deja de sorprendernos y los hallazgos de las especies que compartieron el planeta antes que nosotros, siguen arrojando valiosos datos sobre su existencia a los científicos.

Uno de los descubrimientos más recientes para el mundo de la paleontología fue la piel de un dinosaurio que habitó el gran planeta azul, hace 67 millones de años. «Dakota», es el nombre que se le dio a una hadrosaurio encontrada en Dakota del Norte, entre Estados Unidos y Canadá.

A pesar de no ser el único fósil encontrado perteneciente a la especie, Dakota asombró a los paleontólogos por el perfecto estado del su resto, pero, sobre todo, por la brillante e intacta piel que recubría los huesos.

¿Cómo es que se conservó la piel?

A pesar de los factores que se requieren para la preservación de restos fósiles, se tiene que considerar que la piel se descompone más rápido que los huesos, por eso es tan relevante el estudio de Dakota y cómo fue que logró mantenerse intacto este órgano durante tantos millones de años.

De acuerdo al estudio publicado en la revista académica PLOS One «la eliminación o protección de los agentes bioestratinómicos de descomposición, como los depredadores y los carroñeros, se considera ampliamente como un requisito para la preservación de alta calidad de los tejidos blandos en el registro fósil».

Durante el estudio han surgido muchas teorías que permiten una explicación científica sobre el perfecto estado de la piel encontrada. Una de ellas es que, al instante de la muerte de la hadrosaurio, su cuerpo fue enterrado, impidiendo que animales oportunistas (carroñeros), se alimentaran. Con esta teoría también se podría explicar cómo es que se redujo el deterioro de los restos.

Otra de las teorías que ha ganado peso en el gremio científico es que, Dakota permaneció intacta en un paisaje árido el tiempo suficiente para que se conservara el cadáver.

Se cree que lo que provocó la muerte del animal fue el ataque por parte de una especie carnívora, pues el fósil revelaba marcas de mordeduras de una especie de cocodrilo primitivo, propiciando el desgarre de la carne de Dakota.

«Por decirlo de la forma menos desagradable posible, la perforación de la piel permitió que escaparan los gases y líquidos asociados a la descomposición. Eso permitió que la piel hueca se secara. Una piel momificada de forma natural como ésta puede durar de semanas a meses, incluso en entornos bastante húmedos, y cuanto más tiempo dure, más probabilidades tendrá de ser enterrada y sufrir la fosilización» explicó Stephanie Drumheller-Horton, paleontóloga del departamento de Ciencias Terrestres y Planetarias de la Universidad de Tennessee y coautora del estudio.

Con esta explicación, se podría deducir que esta infortuna mordida fuer lo que permitió que la piel de Dakota permaneciera a través de eones.

La piel encontrada contaba con un fuerte color azul que, según lo expresado por lo científicos puede provenir de una alta concentración de hierro en el medio físico dónde permaneció Dakota.

La piel del hadrosaurio, ha proporcionado información acerca del tamaño y los patrones de las escamas en todo el cuerpo del dinosaurio, así como la cantidad de masa muscular en función de la expansión de la piel en esa zona.