Justo cuando pensabas que el verano de turistas con mal comportamiento había terminado, llega otra persona que está de vacaciones y destruye obras invaluables, ahora en el Vaticano.
Ahora fue el turno de un turista estadounidense que este miércoles destrozó nada menos que dos antiguas esculturas romanas en el Vaticano.
El episodio ocurrió en el Museo Chiaramonti, parte de los Museos Vaticanos, a la hora del almuerzo. El lugar alberga alrededor de 1.000 obras de estatuas antiguas y se describe a sí mismo como “una de las mejores colecciones de retratos romanos” del mundo.
Pero dos de esos retratos ahora tienen un futuro incierto, luego de que el turista tumbara al suelo uno ellos con ira y luego derribara otro más cuando huía del sitio.
El hombre había exigido ver al papa Francisco, según el periódico Il Messaggero. Cuando le dijeron que no podía, supuestamente arrojó un busto romano al suelo.
Mientras escapaba del museo, con el personal persiguiéndolo, lanzó al suelo otra obra.
Las dos piezas de arte fueron llevadas al taller propio del museo para evaluar su condición. Si bien tienen alrededor de 2.000 años, se cree que son obras de arte secundarias, en lugar de obras famosas, le indicó una fuente a Il Messaggero.
El director de la Oficina de Prensa de los Museos Vaticanos, Matteo Alessandrini, le dijo a CNN que el estadounidense, de unos 50 años, se encontraba en el corredor de la “Galleria Chiaramonte”, que alberga alrededor de 100 bustos y estatuas.
“Los bustos estaban fijos en los estantes con un clavo, pero si los tiras con fuerza se desprenden”, explicó el funcionario. El turista “lanzó uno al suelo y luego el otro, y los guardias vinieron de inmediato y lo detuvieron. Y lo entregaron a la policía del Vaticano que se lo llevó para interrogarlo. Alrededor de las 5:30 p.m. pasó a custodia las autoridades italianas”, añadió.
“Los dos bustos sufrieron daños, pero no especialmente graves. Uno perdió parte de la nariz y la oreja, la cabeza del otro se salió del pedestal”, completó.
Alessandrini dijo que ya comenzaron los trabajos de restauración, y que “pronto serán restaurados y estarán de vuelta en el museo”.
Mountain Butorac, que lidera peregrinaciones al Vaticano y visita con frecuencia el Museo Chiaramonti, dijo: “Una de las cosas hermosas es que (el museo) permite a los visitantes estar literalmente cara a cara con estas esculturas antiguas. Mi temor es que con un comportamiento como este se podrían poner barreras”.
Los incidentes de turistas que dañan monumentos ha sido algo recurrente este verano en Roma. En julio, a una turista canadiense la sorprendieron tallando su nombre en el Coliseo, mientras que visitantes de EE.UU. se lanzaron en scooters por la escalinata de la Plaza de España, rompiendo pedazos del lugar en ese momento. Y un visitante saudí condujo su Maserati por el mismo lugar arquitectónico.